Seguidores

sábado, 20 de agosto de 2011

Nada tiene que perder, el que nada tiene



La población moderna está formada por un grupo central, ingeniería, ejército y enseñanza. En torno a este núcleo gira un círculo de consumidores de bienes y servicios, organizado por el que ocupa el centro. En la periferia están luego los marginados, que no tienen ninguna función significativa en nuestra sociedad... Estos se rebelan contra la sociedad de consumo, desprecian los bienes materiales y persiguen el logro de su propia realización personal y el desarrollo de la experiencia interior, representan una reacción contra el centro deshumanizado de nuestra sociedad.
No creo posible que estos comportamientos marginales surtan algún efecto revolucionario sobre la estructura de poder estatal... Quienquiera que actúe de manera revolucionaria es un marginado en la medida que no se conforma a la norma. Sin embargo, intentarán seguir el juego del sistema, pretendiendo sacar un poco de alegría a la vida, en la medida de lo posible. Mostrando que, pese a todo, la cosa es posible. O sea que si los marginales muestran que esto es posible, entonces los menos aventureros y valientes, o lo menos desesperados, pueden empezar a sentir que también ellos podrían permitirse gozar de la vida un poco más de lo que están haciendo ahora.

Detalle:

acrílico sobre tela
40 x 70 cm
año 2011

2 comentarios:

Virginia Palomeque dijo...

Wow! Excelente composición y paleta.
Muy buen trabajo!

gustavo zuritz dijo...

Pablo te pasaste con este "Grito Marginal"...una joyita!!
Coincido con tu mirada, lo que mueve y alimenta a esta gigantesca máquina de consumo es: un ser humano infelizmente vacío. Pero tengo una sensación más optimista, siento en el corazón que la gran revolución que se acerca es la suma de miles de revoluciones individuales, eso que por ahí llaman "masa crítica"...el CAMBIO es inevitable, es una ley universal, sin movimiento todo desaparecería. Después de cientos de años de creer que el vacío interior tenía que llenarse con lo que había afuera, la MENTIRA comienza a caerse a pedazos porque simplemente son muchísimos los que no son felices (a pesar de tenerlo "todo" o aspirar a tenerlo).
Estamos volviendo lentamente a casa, recordando de a poco que somos MUCHO MÁS que lo que vemos reflejado en el espejo.
Un abrazo