Lobo suelto, cordero atado

Dolor diario como éste
en las ciudades inmensas que amamantan
una injusticia equivalente al oro
con que hoy se mide la actitud del hombre.
Y al humilde y a su hijo se lo denigra.

¡Ya no más la inocencia del átomo!

Frente a la vanidad del conocimiento
florecen por encima de la verdad
y la ocultan, creando
la mentira superlativa.

Hablando con la inmensa y gris piedra
humilde, servil, democrática, trágica
y su oratoria torpe
su elocuencia inmóvil.
Habla conmigo en aquel sordo lenguaje
donde la razón predomina.

No obstante combato
de acuerdo con mi condición de insurgente
dando al pueblo voz y poder.
Y a la soberbia burguesìa
le corresponde esta gran protesta social
de la poesía revolucionaria.

Datos:

mixto s/forro de carpeta

25x25 cm

1998