De vuelta de la feria
donde junte un puñado de monedas
entre mis dedos.
Camino a casa se divisa el pabellón
esa fortaleza en ruina
con sus hombres olvidados.
En las torres los centinelas armados;
por la puerta trasera
una chica vestida
provocativamente espera
¡existe un laberinto más mental que mítico!
Escucha mi defensa y no pido piedad
pero si justicia
porque la piedad se concede al criminal
mientras que la justicia
es la recompensa del inocente.
Estaba destinado a experimentar la tristeza
antes de llegar a los treinta años.
Ojalá hubiese muerto antes
de alcanzar los años
que secaron la sangre de mí corazón
y la savia de mi vida.
No estoy lamentándome
al narrarte esta historia.
Porque el que se lamenta duda de la vida
Y yo soy un firme creyente.
Creo en la belleza del dolor
que penetra y satura
de alegría mi corazón.
Datos:
acrílico s/lienzo
80x54 cm
2013
adquirido - colección privada - Chile
por la puerta trasera
una chica vestida
provocativamente espera
¡existe un laberinto más mental que mítico!
Escucha mi defensa y no pido piedad
pero si justicia
porque la piedad se concede al criminal
mientras que la justicia
es la recompensa del inocente.
Estaba destinado a experimentar la tristeza
antes de llegar a los treinta años.
Ojalá hubiese muerto antes
de alcanzar los años
que secaron la sangre de mí corazón
y la savia de mi vida.
No estoy lamentándome
al narrarte esta historia.
Porque el que se lamenta duda de la vida
Y yo soy un firme creyente.
Creo en la belleza del dolor
que penetra y satura
de alegría mi corazón.
Datos:
acrílico s/lienzo
80x54 cm
2013
adquirido - colección privada - Chile
No hay comentarios:
Publicar un comentario